martes, 8 de febrero de 2011

FERNÁNDEZ NOROÑA, EL CANALLA

Gerardo Fernández Noroña, actual Diputado por el Partido del Trabajo, no es más que un peón de López Obrador, un desechable, un enano de circo, el Noroñas, como se le conoce en el argot político, ha sido desde sus inicios un sujeto extraño, primero lideraba a un grupo de taxistas a lso que estafó, con la promesa de regularizar a esos trabajadores les timó fuertes sumas de dinero, así comienza la historia de Fernández Noroña, en los ya ídos años noventa; con la protección de un joven Partido de la Revolución Democrática, el mitómano Grarado prometía un contingente nutrido para las marchas que organizaba aquel PRD.
Fernández Noroña, ubicó predios tomados en las Colonias Roma y Condesa y aledañas, con engaños de llevar al cabo la propiedad para los invasores siguió medrando, luego ya con la llegada de López Obrador al Gobierno del Distrito Federal, Gerardo se volvió más extravagante, más prótagonoco, más vocíferante.
Así logró llamar la atención de López Obrador, quien lo protegió y aupo a niveles jamás soñados por el hoy Diputado.
Fernández Noroña, ha manifestado conductas que podrían concluir en serios trastornos de la personalidad, su exacerbado protagonismo, no es más que una conducta infantiloide para llamar la atención, pero también nos habla de delirios de grandeza, lo que afecta su percepción de la realidad, la cúal ve distorsionada, sus actitudes nos llevan a concluir que es un sujeto incapaz de controlar sus emociones.
Grarado Fernández Noroña, ha creído que repitiendose la mentira de que él representa al pueblo bueno actúa cual profeta, sus intervenciones en la Tribuna de la Cámara de Dìputados, no son más que meros actos teatrales, actos de un mal circo, sin contenido, sin propuestas Fernández Noroña, sube a la Tribuna a barruntar una serie de estúpideces, que logran cumplir su cometido, llamar la atención de los medios de comunicación ávidos de escándalo, ávidos de falsas notas para impactar a sus audiencias.
Gerardo Fernández Noroña, responde a los más oscuros fanatismos del lópezobradorismo, a los intereses más nefastos de las tribus perredistas más retrasadas y malandrínescas, su actitud política, no es tal, es más bien una actitud chantajista y vulgar, una actitud de falsa rebeldía con sentido de lucha social.
Así las cosas el ínclito legislador tendrá tiempo suficiente para seguir llenando de mierda a la política.
Mientras los ciudadanos seguimos apocados, sin decir:  ¡ BASTA YA ! sin poner un alto a la conducta infortunada de quien se dice representante popular, la basura que derrama Fernández Noroña, no merece que los ciudadanos lo sigamos manteniendo con nuestros impuestos, si los ciudadanos nos uniéramos y solicitaramos el Juicio Político su expulsión de la Cámara de Diputados, tal vez el señor legislador pudiese cambiar de actutud, mientras los ciudadanos sigamos impávidos ante su grotesco espectáculo.
En el Partido del Trabajo, ya debierán estar tomando medidas, expulsarlo de su fracción sería lo deseable, pero resulta que Gerardo es protegido de López Obrador, y la dirigencia del PT, está entregada a su amo López Obrador.
Sí exisistiera la Justicia en el Distrito Federal, Noroña debía haber sido preso por fraude hace muchos años, y no hubiese sido Diputado, pero como ya no es posible, sólo nos queda el poder ciudadano para echarlo del Congreso.
Gerardo Fernández Noroña, debe irse, en nuestras manos está el echarlo.
Hasta la próximnma  R A Z O N E S

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